Competencia vs. Astucia

 

Existe un dicho que nuestros abuelos mencionan con regularidad: “Vale más ser astuto que ser inteligente” ya que sostiene la filosofía popular de que mientras los inteligentes estudian o planean, los astutos hacen dinero. Considerando que las competencias son definidas como las características personales que han demostrado tener una relación con el desempeño sobresaliente en un cargo/rol determinado en una organización particular; y que la astucia es definida como la habilidad para conseguir algo, especialmente para engañar o evitar un engaño; concluimos que podemos resumir en 5 competencias los rasgos que hacen del profesional contemporáneo alguien confiable y con el talento suficiente para llevar a buen puerto cualquier objetivo:

1. Orientación a resultados: Tener claridad en lo que se debe hacer y rapidez de ejecución para lograr lo que se tiene que hacer, son comportamientos característicos de esta competencia, la diferencia siempre está en no atropellara otros, es decir, el fin no justifica medios no deseables.

2. Disposición al aprendizaje: Actualización continua e innovación, son los medios por los cuales se llega a esta competencia de manera sostenida.

3. Empuje: Proactividad y liderazgo son comportamientos típicos de las personas que influyen en su entorno de manera positiva para consolidar el trabajo en equipo, inspirando a otros mediante el ejemplo a desarrollar una mejor versión en lo individual.

4. Apego a normas: Hacer lo correcto, aunque lleve más tiempo y desgaste para dar el resultado solicitado, asegura la sustentabilidad de las decisiones, su integridad y la reputación positiva de quién las toma.

5. Resolución de conflictos: Resiliencia e inteligencia emocional, forman los atributos característicos del profesional que no se detiene ante las adversidades y que por el contrario aprende de los éxitos al igual que de los fracasos.

A manera de conclusión, en Intersectio creemos que ser competente o astuto, en realidad está dividido por una delgada línea definida por la confianza y el valor, para hacer siempre lo correcto aunque no siempre sea lo más fácil o rápido.